Hoy es un día muy especial para Prestigyo. Hoy Carlos, miembro de nuestro equipo, se ha graduado en el Massachusetts Institute of Technology – MIT.
Extraña sensación.
Hoy, permitidnos presumir de componente de equipo.
Orgullo, satisfacción, emoción, ficción, admiración, la mezcla de todas ellas, y eso que el tiempo te va permitiendo asimilarlo.
La historia no sé muy bien cuando empieza, seguramente hace ya muchos años, cuando sin apenas esfuerzo conseguía adaptarse a situaciones complejas y las convertía en ventaja, hablo de su época de estudiante, las condiciones familiares le obligaron a cambiar de colegio, de ciudad y de lenguaje. Lejos de generarle un trauma, parecía no afectarle. Sólo él sabrá lo que le costó.
Su ilusión y su inspiración, el mar, desde muy pequeño, participa en regatas y es seleccionado por equipos de alta competición, teniéndole que pedir permiso a sus padres por ser menor de edad.
Llega a Madrid y, en su tercer año estudiando navales, se presenta como becario en Navantia. Pensaba que no va a ser escogido porque los demás candidatos, de dos y tres cursos más avanzados, tienen más experiencia, más conocimientos. Sin embargo, es a él a quien cogen; algo verían en él. Estando en Navantia, desarrolla un programa que consigue mantener cualquier barco, por grande que sea, fijo en un punto. Programa que siguen usando y comercializando para optimizar el diseño.
Ni corto ni perezoso se presenta a unas becas de la Fundación Bancaria La Caixa y se la conceden. Le proporcionan la posibilidad de hacer estudios de postgrado en la Universidad norteamericana que quiera. Él las selecciona de EEUU, y entre ellas El MIT.
Todos pensamos… El MIT, imposible, hay muchísima demanda y poco ratio. Solo entran los mejores.
Se gradúa como Ingeniero Naval como el mejor de su promoción. Y lo consigue: es admitido en el departamento de ingeniería mecánica de MIT, el mejor del mundo de acuerdo con los rankings universitarios. Es entonces cuando deja Navantia con su puesto de trabajo asegurado a su regreso.
Hoy Carlos se ha graduado en el MIT y empieza el doctorado. Esta vez, es el MIT el que quiere que se quede para doctorarse.
Las historias que cuenta, son dignas de ser escuchadas. Aquello es realmente otro mundo.
Carlos, humano, compañero, prudente, discreto, dispuesto, maduro, sensato, valenciano de nacimiento, triunfando por el mundo.
Carlos, nuestra más sincera admiración.